Análisis de Hitman 3

Hitman y el Agente 47 se presentaron por primera vez al mundo en noviembre de 2000 con el lanzamiento de Hitman: Codename 47. Desde entonces, la franquicia ha abarcado un total de siete juegos principales con el Agente 47 viajando a 6 continentes y realizando más de 100 misiones. No solo eso, la franquicia se ha convertido en una marca multimedia con dos adaptaciones de películas, dos novelas, una serie de cómics y dos juegos móviles.

Y para celebrar por todo lo alto este vigésimo aniversario de la franquicia IO Interactive trae de vuelta la trilogía reiniciada en 2016 y nos obsequia con su obra cúlmen. Hitman 3 es, sin dar muchos rodeos, el broche de oro a la mejor saga de espionaje, infiltración y asesinatos del mundo de los videojuegos. En este estudio son auténticos maestros del sigilo. Son capaces de crear entornos titánicos realmente vivos, con una interactividad compleja que realmente funciona, donde se siente que cada acción que realizas tiene una repercusión importante dentro de ese mundo. A cada paso que das descubrirás más cosas sobre la trama, sobre cómo localizar a cierto personaje o descubrir numerosos secretos sobre el propio escenario por el que te mueves. Hitman 3 es más y mejor.

La historia llega a su fin con broche de oro

Hitman 3 es la dramática conclusión de la trilogía del Mundo del Asesinato, en la que los jugadores viajarán por todo el globo en una aventura con extensos escenarios interactivos. El Agente 47 regresa implacable para cumplir como un profesional los contratos más importantes de su carrera. Apoyado por su contacto de la Agencia, Diana Burnwood, 47 unirá fuerzas con su amigo de la infancia Lucas Grey. Esta última misión consiste en eliminar a los socios de Providence, pero se verán obligados a adaptarse a medida que la persecución se complica. Cuando pase la tormenta, 47 y el mundo en el que habita no volverán a ser los mismos.

El juego entra aquí en una curiosa contradicción: cuenta una buena historia de espías que podremos obviar sin reparo alguno. ¿Cómo es esto posible? Pues porque la esencia del propio juego nos invitará a pasar cuanto antes al turrón. A pesar de que pueda engancharnos en mayor o menor medida su historia, lo que realmente vamos a querer hacer es jugar. Lo divertido es la planificación y ejecución del asesinato en cuestión y es muy lícito dejar la trama en segundo plano.  Por este motivo, por extraño que resulte, Hitman 3 es un buen momento para iniciarse en la saga.

Una pega es que en esta ocasión las cinemáticas están completamente animadas y no están a la altura del resto de su apartado gráfico. Esto choca bastante porque están hechas con un motor diferente al juego. No es que sean desastrosas pero no son dignas de un producto que a nivel visual ha resultado brillante. 

Los escenarios en Hitman 3 son los verdaderos protagonistas.

El diseño de niveles roza la excelencia. Esta entrega posee algunas de las mejores ubicaciones que hayamos visto jamás. Todas las localizaciones de las misiones de Hitman 3 se han diseñado meticulosamente y están llenas de oportunidades creativas. Los jugadores tendrán absoluta libertad para completar sus objetivos y el mundo del juego reaccionará a todo lo que hagan. Todo esto es posible gracias a la aclamada tecnología Glacier que permite que el inmersivo mundo de Hitman 3 cobre vida y tenga una enorme rejugabilidad y ofrezca un sinfín de opciones a los jugadores más imaginativos. 

Una curiosa sorpresa es que, quienes hayan jugado a los anteriores juegos de Hitman podrán “importar” las ubicaciones que tengan a Hitman 3, lo que reunirá las más de 20 ubicaciones de la trilogía en un sólo lugar, beneficiándose aquí tanto de las mejoras visuales como de la  evolución de la IA y la tecnología de multitudes del motor Glacier,  que permitirá hasta 300 personajes no jugables en una misma ubicación. Todo un desafío que se resuelve de una manera robusta e impecable.

Será absolutamente recomendable explorar todos los rincones del escenario para sacarle el mayor partido a nuestro plan de asesinato. Cuantas más cosas descubramos y cuantas más conversaciones espiemos mayores serán las posibilidades de ejecutar un plan creativo. Y por ende, más divertido será el título. Y es que la propuesta de Hitman 3 premia la curiosidad del jugador. Incluso en los tutoriales te recomiendan que guardes la partida de forma manual constantemente. Esto te permitirá ir probando, mediante ensayo y error, los múltiples caminos que puedes ir tomando a la hora de acabar con tu objetivo.

El mapa de Chongqing merece una mención aparte

Aunque no quisiera entrar en spoilers para no desvelar las sorpresas que aguarda, el escenario de Chongqing es digno de una mención aparte. Es uno de los mapas más espectaculares que hemos visto en un videojuego, directamente. Se trata de una nueva localización que llevará al Agente 47 a las lluviosas calles de esta ciudad China, iluminadas con luces de neón, llenas de tiendas y puestos de comida, callejones estrechos y muchísimos secretos escondidos. Además, también presenta efectos de agua completos, con detalles como gotas de lluvia golpeando al Agente 47 y su ropa mojándose. Chongqing es, sin duda, el destino perfecto para exhibir las mejoras y el refinamiento de la tecnología de Hitman 3.  

La voluntad del jugador es clave para el disfrute del título

Existe en toda la saga de Hitman un punto clave que puede ser negativo y positivo a la vez, según la percepción particular de cada tipo de jugador. Se trata de la voluntad de cada uno. Me explico: para que un título de semejantes características funcione tal y como los creadores del videojuego pretenden que funcione, el jugador ha de tomar partido y poner de su parte. Creo que no hace falta destacar que este título será más divertido cuantas más ayudas deshabilitemos. El reto verdadero será conseguir rastrear y eliminar a nuestros objetivos sin ningún tipo de ayuda, como el Instinto Asesino (a través del cual podemos detectar enemigos y objetos en todo momento), el minimapa o las cámaras de seguridad, por ejemplo. 

Hitman 3 es completamente configurable para adaptar la experiencia a cada jugador. Sin embargo, depende de éste proponerse auto retos para conseguir una vivencia realmente divertida a la hora de rejugar el título. Cuando ya has completado una misión y te aprendes las mecánicas del enemigo, su rutina y localización, será fácil volverla a hacer y acabar en menos de un minuto, literalmente. Esto no supone ninguna motivación ni reto y los jugadores que no quieran ir más allá acabarán hastiados del juego. 

Por este motivo depende de nosotros jugar una y otra vez para completar todos los desafíos de cada misión, que en alguna son más de 80. Además, el título está perfectamente pensado para ello. Durante una partida podremos ir desbloqueando caminos ocultos, atajos y objetos que podremos usar cuando repitamos la misión, creando así múltiples variantes para acabar con nuestros enemigos.   

Evidentemente, si sois novatos en este tipo de juegos deberéis empezar por el nivel fácil para cogerle el pulso al título pero mi consejo es que si sois asiduos a la infiltración optéis por un nivel de dificultad normal o difícil.  

Modos de juego poco atrevidos pero muy bien diseñados.

No vamos  a encontrar en Hitman 3 grandes sorpresas en cuanto a los modos de juego pero sí descubriremos que todos ellos están muy bien desarrollados.

Modo Campaña. El corazón del juego. La historia te llevará a una aventura por todo el mundo, visitando escenarios muy extensos y te conducirá a la dramática conclusión de un fantástico thriller de espías que inició su andadura en 2016.

Modo Contratos: Vuelve un clásico. Elige tus propios objetivos entre los personajes no jugables de una ubicación, escoge cómo eliminarlos y luego haz que todo suceda. Una vez que hayas completado el contrato tú mismo podrás desafiar a tus amigos a competir por la mejor puntuación en las tablas de clasificación. El hecho de poder escoger cualquier objetivo hace que este modo se convierta en prácticamente infinito.

Sniper Assassin: dedicado a misiones de largo alcance, este modo te asigna la tarea de eliminar objetivos sin activar las alarmas o a los guardias mientras completas varios desafíos para aumentar tu multiplicador de puntuación.

Hitman 3 es más y mejor…pero lo mismo, al fin y al cabo

Hitman 3 es un título que amplía y refina la propuesta de las anteriores entregas. Impulsado por el famoso motor Glacier, propiedad de IO Interactive, Hitman 3 se ve, se escucha y se juega mejor que nunca. Se han incluido mejoras muy notables en la iluminación, en los reflejos y en la IA. En las consolas de nueva generación el título se ejecuta a 4K a 60 fps estables con soporte HDR. No obstante, no es un juego para todo el mundo. 

Esto de cruzar el mapa de cuclillas sin pegar ni un solo tiro puede desesperar a los más alentados a la acción. Sin embargo, me atrevería a decir que los menos duchos en el arte del sigilo acabarán enamorados si le dieran una oportunidad seria a este título. 

Otra apreciación: a pesar de que a los más fanáticos les va a encantar, al final se siente que estás jugando al mismo juego de hace años. Una y otra vez. No es necesariamente malo. No es que caiga en la monotonía porque las posibilidades son tan amplias que al final dependerá del ingenio de cada jugador para cumplir su misión. Pero, obviando la potencia de las consolas actuales que lo hacen lucir y funcionar de forma magistral, es un subgénero de juego que ya está un poco quemado.

Es un grandísimo título que llega en el momento idóneo para decirle adiós a una fórmula ya agotada y que parece de otros tiempos. Es una buena oportunidad para que el estudio se dedique a otra cosa y le de, por fin,  la jubilación a nuestro querido Agente 47. Aunque algo me dice que este Hitman 3 ha sentado algunas bases para su nuevo 007...